Bienvenidos al sueño de todo hombre, a la envidia de cada mujer, a la obra maestra de un fotógrafo y a uno de los mas grandes imperios de nuestra época; bienvenidos a Playboy.
Los desnudos artísticos presentados en Playboy no son elementos usados por una corporación para satisfacer una sociedad de consumo, son más que poner a la mujer como un objeto. Y desde 1953 la revista ha publicado desnudos artísticos, siendo calificada como material para adultos; lo cual hace crecer la polémica.
Durante más de 5 décadas la revista ha llevado el arte al ojo común que ha decidido ponerle un tabú y degradar a los gloriosos cuerpos allí mostrados, a tal punto, que la gente piensa que es un acto inmoral y por tanto su contenido se ha vetado.
Es una pena que en estas épocas el arte sea motivo de discordia, pero nadie niega que el contenido deba ser controlado para menores de edad; por más que sea natural la admiración que genera el cuerpo humano, hemos de admitir que nuestros niños no tienen la capacidad de aceptar de buena manera el contenido de Playboy.
Pero el control no debe significar que nos quiten la oportunidad de expresarnos, en ningún momento la total prohibición es la solución, en ningún momento la polémica debería ocultar el arte. Es por eso que dado el momento debemos tomar un punto de vista objetivo para evitar acciones como las tomadas en Sudan. Playboy, mas que una revista, es la libertad de nuestros cuerpos, la libertad de nuestra mente y, al final, la libertad del arte.
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